lunes, 6 de diciembre de 2010

I've got it!

No, no, now I remember... hahaha. You weren't drunk... I was stone!

Yo no como grasa, tú sabes...

Después de ver lo bien que le va a ese hombre, he sentido la necesidad de imitar en cierto sentido la disciplina que él lleva para mi bien. No quiero copiar, nada de eso. Me auto-daría asco. Pero en verdad, hace tiempo que quiero rebanar a sudores ese exceso de allá abajo. Además, así recuperaré el físico que perdí por dejar de hacer deporte y por empezar a fumar cigarros sin razón. Podré recuperar físico, y luego volver a perderlo fumando ganjita. Así mantendré un buen equilibrio porque + 1 - 1 = 0, entonces no hay problema.

No te preocupes por esta decisión, tú mismo sabes que tiene un sentido correcto y que no te denigra. Sólo hazlo, no te bloquees, párate y sal a correr.

jueves, 21 de octubre de 2010

Diario

Y sí, bueno... Estos últimos días (o creo que semanas, tal vez meses) me he dado cuenta que la soledad se ha vuelto mi mejor amiga. Verdaderamente es la única que es mi amiga en realidad: siempre está conmigo y nunca me abandona, ni en las buenas ni en las malas.

Y sí, bueno... Te doy la razón Drexler:

Soledad, aqui estan mis credenciales
vengo llamando a tu puerta
desdé hace un tiempo.
Creo que pasaremos juntos, temporales,
propongo que tu y yo nos vayamos conociendo.

¿Qué hago aquí?


...En esos me sentía hasta el pincho. Como el viernes pasado. La gente me da asco por lo esteriotipados que parecen estar. Sigo solo pero me voy acostumbrando, estoy aprendiendo a controlar mi soledad y utilizarla para manipular a la gente y leer sus mentes. Qué fáciles pueden ser...
6/12/10

domingo, 12 de septiembre de 2010

Elsie ralston (Lima, 1983)

Es una muchacha del ande que pasa el tiempo escribiendo y dibujando;
otras veces pintando. Dedicó muchos años de su vida a trabajar por
hacer de este terruño un lugar menos injusto para todos. Ahora quiere
ser artista y ayudar de esa forma, no más. Seguidora del camino del
Shaolin; cree en el potencial de los leds para iluminar su camino. dice
de sí misma "Elsie es una perra libre, al menos eso cree". Le gusta mucho
reir, bromea.


Una mañana resaqueado a lo boston... Frescura
2010

sábado, 11 de septiembre de 2010

El código da Trinchi

Es toda una vida lo que diferencia a una persona que a viajado con otra que no.

El viajero, ha aprendido que él es su propio Dios.
Que todo tiene una razón de ser, todo, hasta lo más insignificante.
Las razones encuentran un balance y dibujan la perfección del destino.
Entonces, cuando una persona como ésta aterrice,
sabrá que los problemas y los miedos son cosas buenas,
los ingredientes infaltables del postre de la perfección.

El que no viaja, no cesa su lucha, no cesa su búsqueda de la perfección.
Siempre intenta superar a los demás y encontrar la razón de la vida.
Pero no puede.
Y en su desesperación cae en el círculo vicioso de los disque todopoderosos.
Vive en la confusión de los estereotipos.

El destino está escrito, créanlo o no.
Yo he sido testigo de la perfección.

Yo iré a donde el presente me lleve...

domingo, 8 de agosto de 2010

Una noche como cualquiera


        La tranquilidad me estaba esperando. Mi pasaporte a las dimensiones desconocidas estaba en una bolsa de plástico arrugado y de paredes teñidas por la clorofila de la hierba. Tenía una pavita relativamente grande y cargada.

        Antes de asomarla al fuego, la olí con un suspiro apasionado de calma. Su aroma me recordó a las tardes en el templo, el estadio Alejandro Villanueva de La Victoria. Donde miles de hinchas fervientes iban a alentar a Alianza con el corazón. Cuando el Comando salía a la entrada para los previos de la barra, en medio del tumulto de jóvenes, algunos aprovechaban el dersorden y la ignorancia policial para prenderse. Yo miraba desde arriba literalmente. Primero porque estaba en un muro en la parte de arriba de la entrada que pasaba por sobre sus cabezas; y segundo porque, con el olor, mi mente recordaba aquellas ocasiones en las que estaba bajo los efectos del cannabis.

        Después de ese pequeño viaje mental, saqué el fuego de la frotación mientras acercaba mi boca a la llama bendita para prender la pavita. Lo prendí y solo le dí dos pitadas profundas de humo denso y travieso. Tuve que apagarlo porque sino mi viaje iba a sobrepasar el límite de mis circunstancias.

        Fumé lo preciso para poder pensar abierta y claramente sobre mi existencia y la vida. Para poder plasmar en palabras los aviones de los pasillos de la mente. Y para poder elevarme hasta un estado de trance alerta y fresco.